Extracto del artículo que publicado por Albert Bosch en la revista MUNDO EMPRESARIAL (Febrero 2021)
Ante situaciones críticas o de bloqueo debemos convertirnos en unos radicales del momento y avanzar cueste lo que cueste.
El desierto es realmente muy complejo, incierto y duro en infinidad de aspectos, pero que debemos verlo con tanto respeto como pasión, que si lo vamos a cruzar, es porque hemos decidido participar en un proyecto ambicioso y de valor en nuestra vida, y ello comporta necesariamente conducir por terrenos difíciles e, incluso, extremos.
Si no aceptásemos ese desafío y nos limitásemos a hacer cosas fáciles, cómodas y seguras, nunca nos encontraríamos en situaciones de estrés e incertidumbre como en el desierto, pero sería porque habríamos renunciado a luchar por nuestros objetivos, habríamos optado por el camino fácil y por tanto, nos habríamos resignado a la mediocridad.
Hay momentos en la vida personal y, sobre todo, en la vida profesional o empresarial, en que nos toca enfrentarnos a situaciones y obstáculos mucho mayores de lo que deseamos y de lo que nos vemos capaces de superar. Son momentos en que toca decidir si queremos ser víctimas o luchadores. Son momentos que forjan nuestro carácter. Son momentos que nos hacen merecedores de todo lo que hemos construido y de todo lo que somos capaces de hacer en el futuro. Son momentos en los que lo único que cuenta es pasar la siguiente duna.
Sea como sea tu situación actual, ¡pasa la duna! y siéntete orgulloso de la gran travesía del desierto que eres capaz de hacer.
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